caravana de palomos cojos

"Cada año miles de palomos cojos emigran de Badajoz expulsados por su alcalde en busca de un sitio donde se les quiera. Pero hay un hombre que ha dicho basta.  Bueno, un hombre no: Wyoming. Si los árabes han podido rebelarse, ¿por qué los palomos cojos no?Coged vuestras plumas y viajad con El Intermedio a Badajoz. Ha llegado la hora de reivindicar nuestros derechos.  Extremadura necesita urgentemente más palomos cojos. Si eres uno de ellos y quieres ir gratis a Badajoz, únete a nosotros. El Intermedio va a poner en marcha la Caravana de  Palomos.Puedes a apuntarte ya en caravanadepalomos@lasexta.com"

el 1 de marzo, tras sacar a la luz una conversación del alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, donde se reía de los homosexuales a través de juegos de palabras relacionados con el mote de "palomos cojos" que en ocasiones recibe este colectivo, Wyoming decidió actuar y devolverle la pelota al alcalde, organizando una caravana en la que todo aquel que se sintiese identificado como "palomo cojo" pudiese ir a Badajoz.

Es cierto que la propuesta es en gran parte una broma, un espectáculo para dar más audiencia a "El intermedio". También es cierto que, a juzgar por los comentarios, muchas personas se han tomado este viaje como una buena ocasión para ligar, sin hacer referencia alguna al motivo de la iniciativa, y por tanto han dado alas a que todos los homófobos puedan jactarse una vez más y con la falta de respeto habitual de la población homosexual. Pero el hecho de que se haya creado una página dedicada expresamente a esta caravana, donde se informa a los futuros pasajeros de sus derechos legales relacionados con el viaje, muestra hasta qué punto el proyecto de Wyoming va a llegar hasta el final. La idea podrá ser más o menos apoyada, pero de lo que no cabe duda es que no es un farol.

En el fondo, esta  inicitativa no tiene otro objetivo más que reivindicar que, en pleno siglo XXI y en un país democrático como España, haya aún personas que puedan hacer burla de forma deliberada de un colectivo al cual pertenecen millones de personas, y que no pase nada. Y que estas personas no sean simples tertulianos de caña y palillo en la boca en cualquier bar de mala muerte, sino cargos oficiales como el de alcalde de toda una provincia. Ahí está el problema, ahí está la semilla de la mala fama que tiene España como país de personas maleducadas y cerradas de mente.

Buen viaje a todos los palomos.